viernes, 24 de mayo de 2013

Reflexiones a los 18 años

Este texto lo escribí hace 33 años, cuando tenía 18 y no había leído nada que tuviera relación con el tema, además vivía en un pueblo pequeño y me era imposible acceder a grupos espirituales o terapéuticos.
Cuando muchos años después oí por primera vez la idea de que todo es una creación nuestra se me puso el vello de punta y fui a buscar el papel donde aún lo tenía escrito.
Hoy lo volvería a escribir tal cual, pues siento casi lo mismo.


 Y estar condenada a vivir sin saber porqué y  sin saber por quien. Sentir y creer que yo no pertenezco a este mundo, tener la sensación de haber vivido antes y en otra época y en otro mundo. Hago esfuerzos increíbles para llegar a conocerme a mí misma: una cara desconocida me trae a la memoria otra cara y por más esfuerzos que hago no consigo recordarla, un paisaje una fachada de una casa me recuerda a otra vida pero sigo sin rumbo buscando mis orígenes y mi identidad.
Acude a mi memoria ecos de palabras sueltas que me recuerdan a conversaciones mantenidas no sé cuanto tiempo.

Otras veces pienso que existo yo sola, que vivo yo sola, que Dios piensa solo en mí y existe para mí. Nada me puede ocurrir porque yo soy la protagonista de mi vida, las demás personas son ilusión óptica, no existen, las invento yo para no vivir sola, para creer que soy una de tantas. Pero en realidad solo yo existo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario