miércoles, 7 de enero de 2015

El alma gemela es nuestra pareja

El tema del alma gemela está muy de moda, existiendo en la actualidad multitud de cursos y de libros que prometen encontrarla si enfocas la energía en ello. Es cierto que si trabajamos con metas, definiendo con exactitud las características que queremos , quitamos el estrés del pasado y lo deseamos desde el corazón es seguro que aparecerá la persona según el pedido ( yo tengo la experiencia de 6 personas que lo pidieron y aparecieron a los 4 o 5 días tal cual lo habían pedido). Pero no es necesario hacer ningún pedido. La Vida ya se encarga que cada persona tenga una pareja con la que pueda compartir y sobre todo amar y sentirse amada. De echo, entre los 18 y 25 años, es cuando casi todas las personas se emparejan y se casan. La atracción que sienten los enamorados es todo un misterio y gracias a él las parejas se encuentran. Al principio del enamoramiento nuestra pareja nos parece la mejor persona del Universo y creemos que nos moriríamos si desapareciera de nuestro lado. Yo creo que una pareja forman una unidad indivisible, exactamente como una moneda que tiene dos caras porque una pareja es UNO mismo completo.
 
Cuando estamos enamorados la otra persona nos está mostrando todos los aspectos aceptados de nosotros mismos, es decir, estamos viendo todo el tiempo nuestro lado más valorado y querido y eso nos encanta. El problema es cuando la relación se consolida adoptando un compromiso serio por ambas partes porque entonces lo que ocurre es que aparece nuestra propia "sombra" con toda su crudeza. Nuestra pareja empieza a comportarse de una manera extraña, diferente a como lo estaba haciendo hasta ahora y nosotros empezamos a quejarnos, a pretender que cambie, a querer alejarnos.
Son muchas las personas que se han desencantado en el mismo día de bodas o en el viaje de novios. Es como si de golpe todo lo que hace o dice nuestra pareja nos molestase y todo el amor que habíamos sentido antes se esfumase por completo. Muchas personas me han manifestado que es como si de golpe se hubiesen desenamorado, sintiendo una gran frialdad y desencanto.
 
Cuando llega esta fase en la relación lo más normal es que, por ambas partes, se produzca la ruptura. Los espejos que se muestran mutuamente son tan duros que se rompe algo tan hermoso y delicado como es el Amor y surge entonces el resentimiento, el odio y el rencor.
Normalmente, son las mujeres las que vienen a mi consulta, y son ellas las que empiezan a tomar conciencia de que sus parejas les están mostrando lo no resuelto de su propia historia personal y familiar. Es gracias al trabajo que sobre ellas mismas realizan que empiezan a ver con nitidez que su pareja o ex-pareja es idéntica en algún aspecto a su madre o a su padre. También, si entran muy profundamente en sí mismas pueden observar que lo que no soportan de su pareja es exacto a lo que ellas no puede aceptar como propio. Muchas mujeres, llegadas a ese punto, me han expresado: "pero que malvada que soy"; a lo que yo siempre respondo: "no, es inconsciencia".
Gracias a esta toma de conciencia tan profunda podemos sanar nuestro dolor más hondo, este empieza a desaparecer y las parejas dejan de mostrar eso que tanto nos duele, produciéndose un acercamiento por ambas partes.
 
Nuestra pareja entonces se vuelve más amable, más dulce, en definitiva más amorosa y nosotros sentimos un profundo y tierno Amor. La distancia desaparece al desvanecerse la "sombra" en nuestro interior y entonces ya tenemos la certeza absoluta de que nuestra pareja es nuestra alma gemela.

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