domingo, 6 de septiembre de 2015

EUTANASIA Y EVOLUCIÓN ESPIRITUAL



El tema que voy a tratar hoy es muy controvertido pero lo que voy a exponer es la autentica verdad y ocurrió tal como lo voy a escribir.

Hace ya un tiempo que vino una persona a verme porque tenía mucho estrés a causa de la enfermedad invalidante que padecía su madre desde hacía 11 años. Llevaba todo ese tiempo en la cama sin poder hablar ni moverse. Era como un vegetal. La persona en cuestión había dejado su vida para cuidar a su madre y me expresó su gran resentimiento y su desencuentro con ella. Era consciente que debía perdonarla pero no sabía como hacerlo y esto le hacía estar muy enfadada.

Trabajamos durante varias sesiones liberando todos los recuerdos del pasado que le habían hecho sufrir mucho de niña y adolescente. Según iban pasando las sesiones la imagen que tenía de su madre iba cambiando y empezó a dulcificarse y a tener un sentimiento sincero de amor hacía ella. Al cabo de seis sesiones me dice un día que necesita decirle que la quiere y que la entiende y sobre todo que la perdona. En esa sesión le digo que se lo exprese como si estuviera presente, pues la energía llega igualmente. La conexión fue muy potente y pudo decirle todo lo que sentía hacía ella. Mi clienta lloró con auténtica emoción y yo sabía que se estaba produciendo la apertura del corazón.
Cuando llegó a su casa, abrazó tiernamente a su madre y sin dejar de llorar le dijo que por favor la perdonase por haberle guardado rencor durante tanto tiempo. Me llamó para explicarme que le había parecido oír con toda nitidez a su madre llamarla por su nombre.

A los tres días de esta sesión, la madre entra en un proceso terminal y falleció en paz  con una gran sonrisa.

Desde entonces, mi clienta no ha parado de ahondar más y más en su inconsciente porque tiene la certeza que su madre estuvo esperando los 11 años en la cama a que ella pudiera soltar el odio y el resentimiento y así dejar libre a la hija de ese sentimiento tan negativo.

Yo sentí una fuerte emoción de Amor puro por esta mujer que fue capaz de un sacrificio tan grande por amor a su hija.

Cuando alguna persona habla muy alegremente de que las personas que están en una cama deberían practicar la eutanasia con ellas y librarlas así de un gran dolor, no puedo evitar pensar en esta mujer y de como ayudó a su hija a abrir el corazón. ¿ Quien somos nosotros para juzgar nada?. ¿Quien somos nosotros para decidir quien debe morir porque creamos que la persona en cuestión no está haciendo nada con su vida? .

Por supuesto que esta mujer no tenía ni respiración asistida ni recibía  la alimentación a través de una sonda, pues ahí habría estado viviendo artificialmente y no estaríamos respetando su evolución espiritual.